La asistencia humanitaria puede y debe hacer algo más que salvar vidas y reducir el sufrimiento. Ayudar a las comunidades a recuperarse es una parte esencial de nuestro trabajo y comienza desde el momento en que empezamos a responder a un desastre o crisis.  

Los desastres y las crisis afectan a la vida de las personas al destruir la vida, la propiedad y las formas en que las personas se sostienen a sí mismas. La recuperación es lo que las personas, las comunidades y las instituciones comienzan a hacer inmediatamente después de un desastre o una crisis, confiando en sus propias habilidades, experiencia y recursos para reconstruir sus vidas. Para algunas personas, la recuperación será relativamente rápida. Para otras, puede llevar años.  

Siempre que sea posible, las Sociedades Nacionales incluyen apoyo para la recuperación de la comunidad en sus operaciones de emergencia y consideran cómo pueden vincular este apoyo con sus programas de desarrollo a más largo plazo.  

Esto podría ser a través del trabajo en reducción del riesgo de desastres, sostenibilidad ambiental, acción climática, protección, género e inclusión y otras áreas que ayudarán a las comunidades no solo a sobrevivir, sino a continuar prosperando en caso de que ocurra otro desastre o crisis.  

Los programas de recuperación ayudan a nuestras Sociedades Nacionales a identificar y abordar los riesgos y vulnerabilidades que enfrentan las comunidades, así como sus causas fundamentales. También puede brindar oportunidades para que las Sociedades Nacionales mejoren su propia preparación y apoyen su desarrollo institucional.