Excelencias, Señoras y Señores,
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja acoge con beneplácito la Conferencia Internacional de Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos y sus Países y Comunidades de Acogida, organizada conjuntamente por el Gobierno de Canadá y la Comisión Europea.
El mayor movimiento de población en la historia reciente de la región de las Américas sigue siendo una crisis humanitaria trágica e insuficientemente financiada.
El año pasado fui testigo de las condiciones a las que se enfrentan los migrantes en la ruta a través de Centroamérica y México.
Las historias que escuché de las personas que hicieron este viaje eran de un sufrimiento y un horror inimaginables. Eran historias de explotación, abusos, separación y pérdida de contacto con sus seres queridos y, para demasiados, de muerte.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja -las Sociedades Nacionales, la IFRC y el CICR- trabaja con y para las personas que se desplazan, independientemente de su condición, tratando de mejorar su protección y su acceso a servicios esenciales y asistencia humanitaria, en sus países de origen, tránsito y destino en más de 17 países de toda América.
Nuestra experiencia, alcance local y análisis nos indican que, a pesar de nuestros esfuerzos con múltiples partes interesadas, los migrantes siguen enfrentándose a un rastro de necesidades insatisfechas, incluidas barreras para acceder a la asistencia humanitaria esencial y a la protección.
Nuestro imperativo humanitario nos exige garantizar que nadie se quede atrás.
Debemos buscar soluciones comunes a largo plazo e invertir para atender las necesidades de las personas que se desplazan en Venezuela y en toda la región de las Américas.
Para ello, debemos trabajar juntos para garantizar lo siguiente:
En primer lugar, creemos que las políticas nacionales deben estar alineadas con las prácticas nacionales que favorecen la inclusión social y la no discriminación.
La prioridad debe ser siempre prevenir y abordar la separación de las familias.
Segundo: Creemos que los migrantes deben tener garantizado el acceso a la asistencia humanitaria, a los servicios esenciales, a la información, a la justicia y a la protección en el respeto de sus derechos, independientemente de su estatus.
Los Puntos de Servicio Humanitario de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja -estratégicamente situados a lo largo de las rutas migratorias clave- prestan servicios de protección y de salvamento que atienden las necesidades de los migrantes y absorben las carencias críticas de los servicios públicos.
Inviertan en ellos, apoyen a los migrantes para que accedan a ellos.
Tercero: Reconocemos que los gobiernos tienen la responsabilidad de facilitar la labor de los agentes humanitarios que prestan un apoyo basado en principios a los migrantes que viajan por rutas peligrosas.
Los actores locales y nacionales, incluidas las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, desempeñan un papel fundamental en el apoyo a los migrantes en situaciones vulnerables.
Individualmente y en conjunto, los componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están dispuestos a prestar asistencia humanitaria y protección a los migrantes en situaciones más vulnerables y a las comunidades de acogida, manteniendo la respuesta tan local como sea posible y tan global como sea necesario, y siempre en coordinación con los Estados.
Muchas gracias.